El otro 50%

Salu2 y Abrz

Siempre he sostenido que cualquier interfaz digital se podría dividir de forma muy tosca en dos grandes contenedores: lo que lees y lo que tocas. Para mi, un 50% de una app o una web al uso es el contenido que existe dentro de dicha interfaz, y el otro 50% es sobre qué elementos pulso, en función de las pistas que el propio contenido me va proporcionando. Leo ergo pulso.

En esta casa siempre se ha hablado de la importancia de ese contenido, de la necesidad de cuidarlo para que la tecnología nos resulte más decente, amigable y cálida. Pero me doy cuenta de que muchas veces somos nosotros mismos – los que usamos la tecnología – los que nos disparamos en el propio pie aplicándole la pátina técnica, fría e impersonal.

Me ocurre en diversas situaciones, pero una que me gustaría destacar aquí es la forma en la que la redactamos nuestros emails cotidianos: cada vez más directos y escuetos, acabando con un “Salu2” o “Abrz”. No deja de ser curioso que, el único detalle que quizás porta algo de cercanía y calidez humana – la despedida – nos preocupamos de abreviarlo. ¿Cuánto tiempo perdemos tecleando con todas las letras “Un saludo” o “Un Abrazo”?

Cada vez estoy más convencido de que prestarle atención a estas cosas ayuda a construir negocios digitales de otra manera. Sé incluso de colegas de trabajo que apuestan por este enfoque – aportando un tono cercano y amigable a lo que escriben en sus emails -, y consiguen mejores resultados que de la manera opuesta. Y no sólo eso: también suele tener un efecto “rebote” y curiosamente el remitente también se esfuerza por imitarte cuando responde.

Por eso este post es una “reivindicación renacentista” (me lo acabo de inventar, pero ahí queda) para que nosotros mismos empecemos a contribuir para darle algo más de cercanía a la tecnología. Que la responsabilidad no quede siempre del lado del programador o ingeniero, porque también está en nuestras manos hacer que nuestras herramientas cotidianas funcionen y se comporten de otra manera.

Seisdeagosto.com es el proyecto personal de Juan Leal. Un estudio desde donde ayudo a las empresas a reducir su complejidad digital, para que los humanos tengamos una vida más sencilla, con la tecnología a nuestro servicio. Llevo involucrado en el diseño de productos digitales y la Experiencia de Usuario desde hace más de 15 años (prácticamente desde los inicios en nuestro país). Fui director de producto en idealista.com. Me licencié en Ergonomía y Factor Humano por la Universidad Técnica de Lisboa (Faculdade de Motricidade Humana), aunque también he realizado cursos especializados en la Sloan School del MIT, con Edward Tufte o el Nielsen Norman Group. Si tienes algo que contarme será un placer leerte: juan {arroba} seisdeagosto.com