Hace unos días comentábamos la importancia de las pruebas de evocación y recuerdo a la hora de evaluar la usabilidad un determinado interfaz.
No es casualidad que este tipo de técnicas se empleen en muchos grupos de trabajo, ya que ofrecen información muy acertada sobre cómo se perciben los elementos de un interfaz por parte del usuario.
A lo largo de las distintas pruebas con usuarios que hemos realizado en las oficinas de idealista.com hemos llegado a dos conclusiones:
- 1. Los elementos gráficos tipo publicidad y banners pasan completamente desapercibidos. los usuarios ni ven ni recuerdan dichos banners y, por lo tanto, no lo pintan en las pruebas de evocación.2. Los bocetos pintados por el usuario siempre incluyen elementos de interfaz como radio buttons, check-boxes, combos, campos de textos o links.
La primera conclusión viene a ratificar, aún más si cabe, la llamada ceguera a los banners.
La segunda, confirma que los elementos que son más evocados por parte de los usuarios testeados, son aquellos que sirven como herramienta de comunicación entre el interfaz y el propio usuario, aquellos elementos con los que puede introducir inputs en el interfaz o navegar a través de él.
Aplicándolo un poco a la vida real, esta conclusión puede llegar a ser hasta normal. Me explico: del mismo modo que cuando tenemos una conversación con una persona miramos siempre a la boca o a los ojos (y no a las orejas, o a los hombros, o a cualquier otro sitio), cuando interactuamos con un interfaz, cuando “hablamos con él” los elementos que más recordamos son aquellos que utilizamos para comunicarnos, y no los gráficos.
Al fin y al cabo, se trata de una conversión que se establece entre un emisor y un receptor y viceversa. Aunque la información transmitida sea de forma escrita existe una comunicación entre dos entes (humano-sistema).
Interacción Persona Ordenador pura y dura…