Xerox PARC, Enso y la generación Raskin
Hace años en Xerox PARC vieron la luz muchas de las innovaciones que hoy en día funcionan en un gran número de ordenadores personales de hogares y oficinas. El ratón , la impresora láser, el editor WYSIWIG o el Ethernet nacieron en este laboratorio, que se ha caracterizado siempre por ser punta de lanza en cuanto a innovación tecnologica se refiere.
Pero hubo un concepto, ya explorado por Douglas C. Engelbart, que popularizaría el uso del ordenador, hasta entonces terreno vedado exclusivamente para informáticos e ingenieros: el GUI o el concepto Desktop.
Este sistema, empleando la metáfora de oficina, acercaba el ordenador a aquellos usuarios con poca o nula experiencia en su manejo. Lamentablemente no era equitativo, pues sesgaba de forma considerable a aquellos que, con el paso del tiempo, iban adquiriendo mayor experiencia en el uso de la máquina: Obviaba los automatismos.
Jef Raskin, había sido siempre un devoto defensor de interfaces que no solo fueran fáciles de aprender y de usar, sino que también ofreciesen automatismos o atajos, sin que estos interfirieran en el aprendizaje. Un mantra que trataba de beneficiar tanto usuarios noveles como a expertos, algo así como un comunismo en el uso de interfaces: lo mismo para los noveles que para los expertos, pero sin perjudicar a ninguno de los dos.
La mala noticia es que a fecha de hoy, las interfaces en entornos PC distan mucho de cubrir las necesidades de usuarios más avanzados, quizá el hecho de correr con dos sistemas operativos (MS-DOS por detrás y Windows) ralentiza aún más esta evolución. El concepto actual de “Desktop” campa a sus anchas y, aunque podría ser sustituido por una solución mucho menos dolorosa, sin modos, la situación no presenta signos de evolución a medio plazo.
La buena noticia se llama Enso, un concepto que va muy al encuentro de lo que Raskin siempre intentó transmitir. Enso es para PC lo que Quicksilver para Mac, un sistema amodal, que aprende y que facilita la vida de los usuarios más avanzados, prácticamente en los albores del lenguaje natural.
El verdadero valor de Enso es el enfoque PC, creo que los usuarios de Mac estamos muy acostumbrados a buenas prácticas que nos facilitan la vida, algo que al contrario casi nunca sucede.
Lo curioso es el origen de Enso. Entre los que han tejido esta funcionalidad aparece el nombre de Aza Raskin, hijo del propio Jef. Enso es quizá el tributo de Aza hacia su padre, la continuación del sueño que durante años estuvo buscando su progenitor. Un gesto muy entrañable que dice mucho de él.
Enso se puede probar durante 30 días y, si estás satisfecho con el programa (garantizado), su coste no es en absoluto desorbitado: Lo tienes por 20 dólares (actualizaciones incluídas).