La cocina de mis padres: Diseño Emocional y Affordance a partes iguales [es]

Ese que ven ahí arriba es el cuchillo que más se utiliza en casa de mis padres. Se llama Keramik y está fabricado a base de cerámica (por lo visto también puede llevar Óxido de Zirconio. Nada menos…).

Ahí donde lo ven, casi de juguete, así de inofensivo, el bicho corta como un demonio. Corta más de lo que se le pide, diría yo.

Tomándome un café y mirándolo de reojo me he dado cuenta de que el cacharro es muy agradable cuando está callado: tiene formas suaves, un mango con un tacto muy agradable, un contraste que entra por los ojos y el sonido al cortar cualquier cosa no se logra en ninguna casa especializada en efectos especiales. A eso lo llamo un buen Diseño Emocional, qué coño.

Pero a pesar de todo lo bueno que tiene me sigo quedando con los de toda la vida, de acero Toledano o de Albacete, de los que sin tocarlos, con ese brillo gris, ya te van diciendo que les utilices sólo para lo justo, que si no se alteran enseguida…

Mientras seguía sorviendo mi café, me di cuenta de que el Diseño Emocional (en este caso concreto) puede ser un arma de doble filo (já). Y es que cualquier persona que no lo haya utilizado una primera vez tiene grandes probabilidades de darse un generoso tajo. Pero a pesar de eso, es el objeto que más se utiliza en la cocina de casa y afortunadamente no hay niños pululando, por que de verdad que el cacharro atrae, parece casi de juguete.

Quizá uno se esté haciendo mayor, pero a este cuchillo le hace falta transmitir como es debido su función. Lo que se dice un buen Affordance, qué coño…

Ah! Por si alguien quiere saber más sobre estos cuchillos [en inglés]:
http://en.wikipedia.org/wiki/Ceramic_knife