La reunión del día anterior

La proliferación de “perfiles orquesta” en el sector digital empieza a tomar tintes de comedia. De un tiempo a esta parte han surgido casi de la nada expertos en todo, de golpe: desde el Marketing, al SEO, el CM, la Analítica, el Entrepeneurship o el UX, cómo no. A veces pienso en cómo diablos ha llegado esta gente a tener semejante formación en tan poco tiempo.

Personalmente creo que este tipo de perfiles generan más rechazo que interés: cuesta creer que uno tenga expertise en tantas áreas de conocimiento al mismo tiempo. Ya lo dice el refrán además. Pero aquí sólo me voy a centrar en los que se dedican a lo nuestro: UX.

Después de varios años dedicándonos a la formación, y revisar decenas de perfiles uno llega a identificar varios patrones:

  1. La gente que hace UX y que no se da cuenta o no sabe que lo está haciendo. Es gente que suele desempeñar muy bien su trabajo y que siente que hay algo que se está perdiendo y que debería conocer. Cuando conoce el sector descubre que está “donde debería haber estado hace un tiempo”. Debe ser una sensación tremenda, de repente, encontrar tu rol profesional y ver que hay gente haciendo lo mismo que tu.
  2. La gente que automáticamente se coloca la medalla y UX, cuando en realidad hace sólo un 10% o un 20%. Es gente que está muy al día de todo lo que se cuece en el sector digital y que es consciente de que a día de hoy la etiqueta UX tiene demanda. Luego en el día a día, aunque hay de todo, suelen andar flojos en cuanto a desempeño. Es más la la fachada que otra cosa.
  3. El tercer grupo está formado por gente convencida, casi enamorada de esta profesión, que sabe lo que quiere y que desean ser buenos en esto. Por suerte hay un buen puñado. Suelen tener un pasado laboral de lo más variopinto y esa multidisciplinariedad les da visión y valor.

Pero, más allá de la etiqueta que te pongas, hay dos aspectos clave en esta profesión (aunque sea extensible a cualquier profesión, pero al ser la nuestra tan emergente no está de más recordarlo):

La primera es la actitud: Hasta qué punto te interesa tu trabajo. Creo que para ser un buen profesional en el mundo digital tienes que ser curioso, inquieto, cuestionarlo todo y tratar de ir más allá de lo que ya conoces para obtener las respuestas “a lo desconocido”. Hay una frase que ilustra a la perfección esto que digo: Un buen profesional siempre busca estar en la reunión anterior en la que se encuentra.

La segunda, un poco hilada con la primera, es *creerte lo que haces*: porque cuando crees en ti y en tu trabajo salen mucho mejor las cosas, desaparecen los temores, las inseguridades y empiezas a ver tu trabajo desde una perspectiva muy diferente. Y automáticamente te cae del cielo un gorro de explorador. Y en nuestra profesión, ese gorro es oro.

Como siempre, bienvenidos los comentarios. En esta casa seguimos alegrándonos de recibirlos, aunque ya estén fuera de moda.