La suma de pequeñas cosas
Más allá de la consulta de movimientos o de tu saldo (donde entra en juego la famosa Posición Global), una de las principales acciones que una persona puede realizar con su banco online es la de realizar una transferencia.
En esta operativa existen básicamente cuatro elementos básicos, muy básicos:
1. La cuenta de origen;
2. La de destino;
3. El concepto;
4. El importe.
Luego están las opciones de seguridad que cada banco decida (la confirmación por SMS, la clave de operaciones, o el código de la tarjeta de coordenada…).
A pesar de parecer sencillo, resulta sorprendente la variedad que existe en la forma en la que se soluciona esta funcionalidad. De tal manera que algo que supuestamente debería ser rápido y ágil acaba siendo un proceso tedioso, lento y que genera incertidumbre y temor (has leído bien: incertidumbre y temor con *tu banco*).
Me parecería fabuloso que esta variedad fuera fruto del esfuerzo notable en innovación y mejora de la experiencia digital (aquí ni siquiera he mencionado el tema móvil, por supuesto), pero por desgracia, excepto raras excepciones, no suele ser el caso.
Algo que me tiene especialmente asombrado es la simple agrupación del número de cuenta del destinatario. Un campo donde uno puede llegar a pasar cerca un minuto si ese número de cuenta no lo tienes guardado en tu lista de contactos. Fíjate cómo tres de los grandes bancos de nuestro país resuelven este detalle:
1. Para BBVA es un simple campo abierto, donde uno puede directamente pegar los 20 dígitos de la cuenta de destino y pasar al paso siguiente. Han conseguido asumir toda la problemática ellos y que el usuario simplemente gestione este paso con uno de los gestos más sencillo del mundo tecnológico: copiar y pegar. Y punto. Aquí me levanto y aplaudo, 5 estrellas.
2. Para Openbank la cosa cambia: este banco entiende que es mejor agrupar los dígitos bajo la agrupación estándar (Entidad, Sucursal, Dígito de control y Número de cuenta), para que supuestamente identifiquemos mejor los dígitos que vamos introduciendo. Entendiendo que “por seguridad”, esta plataforma no nos permite copiar y pegar un número de cuenta directamente sobre el formulario, por lo que si vienes de una cuenta que está agrupada en bloques de cuatro seguramente ya te estás haciendo una idea de que en ese campo vas a pasarte un buen rato.
3. INGDirect tiene otro enfoque: agrupa los números que constituyen el número de cuenta en bloques de 4, algo que facilita su legilibilidad, sin duda. Pero nos ocurre lo mismo: si vienes de un dígito agrupado de forma estándar y tu banco tiene bloqueado el copiar/pegar ya sabes la que te espera.
Siempre he sostenido que es muy fácil criticar cuando se habla sobre temas de diseño, todos tenemos nuestro pequeño alma de diseñador dentro. Pero casi con la misma intensidad siempre he creído que los grandes cambios empiezan por cosas insignificantes, casi imperceptibles. Pequeñas sumas que acaban generando cambios importantes. Y que muchas veces no cuestan prácticamente nada.
Queridos bancos: ¿Os animais?
OT: Un fuerte abrazo Kokuma.