Libertad, éxito (y dinero)

Vía Ignacio Berges aterrizo en un podcast donde se conversa con Manuel Zafra y Victor Rodado (Minimalismbrand) alrededor de un tema tan interesante como amplio y abstracto: la Libertad.

Del podcast y de mi posterior visita al blog de Manuel he sacado conclusiones que me han ayudado a desbloquear mentalmente ciertas cosas y a plasmar por escrito los pensamientos que tengo alrededor de este tema. Así que vayan por adelantado las gracias a Manuel por haberme ayudado a aterrizar conceptos y experiencias que, aunque evidentes, uno no los visualiza hasta que no los lee, escucha (o los vive evocándolos con conciencia).

Mis amigas Isa Ludita y Alex Filiatreau me hicieron darme cuenta hace (no mucho) tiempo de que para mí la Libertad estaba bastante por encima de todo. Y sólo cuando ellas comenzaron a mencionarlo empecé a prestarle más atención a este asunto que tenía, en cierto modo, aparcado. A pesar de que para otras personas que lo veían desde fuera resultaba bastante claro y evidente.

Sin darme cuenta, anteponía por encima de todo mi Libertad ante determinadas situaciones o decisiones. Pero, como digo, lo he estado haciendo de manera inconsciente. Y así ha sido en muchas de las decisiones, tanto personales como profesionales, que he tenido a lo largo mi vida y que dejaban patente esa búsqueda de Libertad.

Aún recuerdo con una nitidez asombrosa el momento en el que la agencia que nos subcontrataba en nombre de Terra Networks nos dio la “fabulosa” noticia de que en unos meses el equipo de 10 personas que trabajábamos ahí nos trasladaríamos a las oficinas corporativas. Había algo dentro de mí que me impedía aceptar esa “oferta”. No os voy a contar lo que para un tipo de Extremadura suponía no aceptar una oferta de trabajo tras llevar apenas 10 meses en la capital, con el riesgo de tener que regresar al nido familiar si las cosas no venían bien dadas. La búsqueda de Libertad me empujó hacia otro lado.

Años más tarde me ocurrió lo mismo con Madrid. Dejé la ciudad y nos trasladamos primero a las Islas Afortunadas y después a un pueblo en el sur de la península, a sabiendas de que dejaría atrás a un montón de gente que quiero y, por supuesto, también dejaría atrás propuestas de trabajo profesional que sin duda afectarían o mermarían mi carrera. De nuevo, pudo más la Libertad.

En el fondo, no me paro a pensar sobre si las decisiones que tomé en su momento fueron las más acertadas, pero desde luego no me arrepiento de ninguna de ellas, y hoy además siento y tengo claro (por fin) que una de mis prioridades vitales es la Libertad. Y por esa Libertad (y aquí me inspiro en lo que escribe Manuel Zafra) trato de vivir sin tener que vender nada a nadie, sin tener que convencer, vivir sin sentirme obligado a construir un personaje para mantener un status, en este caso digital.

Hace unos meses felicitaba a un conocido inversor con quien trabajé y me decía que, mirando en retrospectiva, consideraba que había elegido mejor camino que él. Lo cual no dejaba de sorprenderme dada su meteórica carrera y su notable éxito en el sector digital. Y todavía no salgo de mi asombro. El simple hecho de que pensara en mí ya era todo un halago.

En ocasiones me asalta la duda de que voy dejando de lado un reguero de oportunidades muy buenas sin un motivo específico, pero me voy dando cuenta de que voy eligiendo la opción que (creo) me proporciona mayor nivel de Libertad en el largo plazo. A pesar de no disponer toda la información en el momento en el que tomo la decisión.

Por eso encontrarme con gente que hable sobre la Libertad y el éxito de manera tan llana, abierta y espontánea me ha alegrado la semana, porque han puesto voz a algo que llevaba en mi cabeza mucho tiempo. Recojo algunas de las ideas y reflexiones que recoge Manuel en su blog para plasmarlas aquí, como quien coge manzanas del árbol:

René Redzepi es uno de los cocineros más premiados del mundo; idem para su restaurante Noma, en Copenhague. Samy Alí es otro excelente cocinero, lo dice su Estrella Michelín, aunque menos reconocido. René y Samy tienen una cosa en común: han cerrado sus exitosos restaurantes porque el éxito les hacía esclavos. Esclavos de otros, esclavos de ideas que no eran suyas, de espacios que no reflejaban sus personas, esclavos del éxito, del prestigio, esclavos de ciertas libertades.

Una periodista pide una entrevista con Samy Alí, el chef a cargo del restaurante Candela Restó. En teoría la entrevista es para hablar de éxito pero en la práctica se convierte en una confesión de cierre.
“Quizás que no soy de pasear la estrella, quizás no me llevo bien con el éxito. El éxito hace que nos agobiemos más, que queramos más, y no sé si eso es bueno.”

Qué jodido es gestionar esto de la Libertad… Sobre todo porque tengo la sensación de que algunas decisiones pueden llegar a apreciarse con ciertas connotaciones negativas (me invento algunas: egoísmo, soledad, individualismo, ¿depresión?…). Cada vez tengo más claro que alcanzar esa sensación de Libertad en ciertos aspectos de tu vida es un nivel de éxito tan grande como el factor número uno para la gran mayoría de los humanos: el económico. Si quieres ser emprendedor, emprende primero dando este gran paso vital que te hará conocer tu vida desde una perspectiva maravillosa. No llegas tarde, no llegas pronto, llegas justo a tiempo.

Seisdeagosto.com es el proyecto personal de Juan Leal. Un estudio desde donde ayudo a las empresas a reducir su complejidad digital, para que los humanos tengamos una vida más sencilla, con la tecnología a nuestro servicio. Llevo involucrado en el diseño de productos digitales y la Experiencia de Usuario desde hace más de 15 años (prácticamente desde los inicios en nuestro país). Fui director de producto en idealista.com. Me licencié en Ergonomía y Factor Humano por la Universidad Técnica de Lisboa (Faculdade de Motricidade Humana), aunque también he realizado cursos especializados en la Sloan School del MIT, con Edward Tufte o el Nielsen Norman Group. Si tienes algo que contarme será un placer leerte: juan {arroba} seisdeagosto.com