En 1990, cuando la sonda espacial Voyager 2 dejó Neptuno para salir fuera de la órbita de nuestro sistema solar, giró para tomar la última foto de la Tierra. En ese momento, pudimos ver la imagen más lejana de nuestro planeta, nada menos que a 6.000 millones de kilómetros.
Esta gesta fue fuente de inspiración para el astrónomo Carl Sagan y quedó reflejada en su libro “Pale Blue Dot: A Vision of the Human Future in Space“.
El siguiente vídeo (de 03:31min) recoge uno de los comentarios más profundos del autor sobre la humanidad:
“Sobre una partícula de polvo suspendida en un haz de luz solar…“
Buf!
Parece un poema de Allen Ginsberg.
inquietante y precioso..
gracias!
Y lo increíble es que las Voyager todavía sigue funcionando…
El vídeo es genial, como todo Carl Sagan.
La historia de estas naves es apasionante.Yo para aprender Lingo me hice una peli-planetario:
http://www.labellalola.com/voyager/
Ver las cosas es siempre una cuestión de perspectiva. Una lástima que seamos muy pocos los que tenemos esa perspectiva de lo que realmente somos, y con que facilidad nos olvidamos.
Como le decía a mi amigo Jorge, que también puso un fragmento de este vídeo, estoy convencido de que la humanidad no sería la que es, si sacáramos, uno por uno, a todos sus habitantes a dar una vuelta por el espacio, y pudieran ver el planeta desde una cierta distancia.
Tengo inmenso pesar y frustración por que sé que en nuestro planetas existen pocas personas que piensen como Carl Sagan. Estoy seguro que nuestro mundo sería diferente si en lugar de 6 mil millones de humanos contribuyendo a destruir nuestro habitat de cualquier manera, existiera la misma cifra pero cuidando y preservando el medio ambiente, cada quién desde su lugar que le corresponda.Felicitaciones por el video