Como nota personal del abrumante WebSummit de este año me llevo la creciente preocupación entre los profesionales del sector por plantear una tecnología menos adictiva, más útil, que sepa mezclarse en nuestras vidas sin que nos encierre en nosotros mismos. Sin tanto engagement y con más honestidad.
Surgieron tres conceptos que me llamaron mucho la atención, directamente vinculados con lo que menciono arriba y que escuché con cierta recurrencia en las distintas ponencias en las que estuve sentado:
– Espacio mental en blanco (Mental whitespace): que personalmente lo describo como la capacidad humana para liberar la mente y concentrarla en lo importante. Evitar la tentadora procastinación digital provocada por la inagotable cantidad de información que manejamos en estos tiempos.
– Desintoxicación digital (Digital detox): Desconectar durante determinados períodos para tener nuevas perspectivas y retomar el contacto digital renovado (e inspirado). “Disconnect to reconnect”, como reza el motto de uno de los muchos campamentos que ya giran alrededor de esta temática: Digitaldetox.org.
– Economía de la atención (Attention economy): “la abundancia de información da lugar a la pobreza de la atención”. Este concepto fue analizado hace años por Michael Goldhaber, y a día de hoy tiene más sentido que nunca. Goldhaber también tiene frases extraordinarias como esta: “El dinero no puede comprar la atención”. Fuente
Sin duda se presenta un futuro la mar de interesante en cuanto a cómo nos relacionaremos con la tecnología. Deseando vivirlo.