Remote friendly

Hay un par de puntos en el globo terráqueo que me fascinan. En ninguno de los dos figura el cartel de “Bienvenidos a…” o el típico “Usted está aquí”. Son lugares tan remotos que pocos humanos tienen la gracia de atravesarlos.

El primero de ellos se encuentra en el cruce del paralelo 36 con el meridiano 20, en pleno Meditrerráneo, en algún punto a medio camino entre la isla de Malta y de Creta. Desde este enclave se generan gran parte de los nombres más conocidos de los vientos del hemisferio norte. Aparte de los populares Levante y Poniente, situándonos en ese punto recibiremos al Mistral (Maestral) cuando el viento sople Noroeste desde Roma (Magistral Pentium), Noreste desde Grecia (Gregal), Suroeste desde Libia (Lebeche), siempre con polvo en suspensión, y Sudeste de Siria (Siroco). A este punto lo llaman la Cuna de los Vientos.

El segundo es mucho más remoto, se sitúa en el hemisferio sur, en la franja entre el paralelo 40 y 60. Desde este paralelo hacia más al sur los vientos no encuentran freno con superficie terrestre alguna, y la propia rotación de nuestro planeta hace que esos vientos incrementen aún más su fuerza, cuanto más al sur peor. Los circunnavegantes llaman a este tramo los “40 Rugientes”, los “Furiosos 50” o los “Bramadores 60”, en función del paralelo sobre el que naveguen. Este video lo explica mejor que yo. Y este otro nos da una ligera idea de lo que estamos hablando. El punto en cuestión se llama Polo de Inaccesibilidad o Punto Nemo. Las tierras emergidas más cercanas (simples islas o islotes) se encuentran a más de 2.500 km, un sitio un sitio perfecto para dejar caer restos espaciales. La profundidad de esta zona alcanza los 3.700 km. La particularidad de este punto tan remoto hace que el contacto más cercano con un ser humano esté en el espacio, a través de la Estación Espacial Internacional que gravita a una distancia de entre los 400 y los 430 km.

Cada vez que escucho la palabra “remoto” me teletransporto a estos lugares. Ubicaciones casi inaccesibles, solitarias, alejadas de cualquier contacto. Aún así, los humanos hemos adoptado este nombre para abrazar una de las formas de trabajo más populares en la era post-pandemia, con la idea de que la tecnología supuestamente nos aproxime y nos vincule.

Cómo no vamos a encontrar dificultades en semejante misión si el propio nombre que hemos adoptado evoca justamente lo contrario. Si es que somos seres extraordinarios.

Seisdeagosto.com es el proyecto personal de Juan Leal. Un estudio desde donde ayudo a las empresas a reducir su complejidad digital, para que los humanos tengamos una vida más sencilla, con la tecnología a nuestro servicio. Llevo involucrado en el diseño de productos digitales y la Experiencia de Usuario desde hace más de 15 años (prácticamente desde los inicios en nuestro país). Fui director de producto en idealista.com. Me licencié en Ergonomía y Factor Humano por la Universidad Técnica de Lisboa (Faculdade de Motricidade Humana), aunque también he realizado cursos especializados en la Sloan School del MIT, con Edward Tufte o el Nielsen Norman Group. Si tienes algo que contarme será un placer leerte: juan {arroba} seisdeagosto.com